En los barrios de Medellín hay historias poderosas. En Manrique Oriental existe una escuela de danza que se llama Unión Latina, que ha formado a más de 15.000 jóvenes en diferentes expresiones artísticas. Los ha mantenido alejados del conflicto, enseñándoles a aprovechar el tiempo libre y a prevenir el consumo de drogas. Pero lo más importante es que les da confianza en sí mismos, consciencia de lo mucho que valen y un impulso para cumplir sus sueños.

Me decía Yoiner Machado, el líder de este proyecto, que el hermano de uno de sus alumnos le contaba con orgullo que había por fin conseguido un empleo… ya no era fletero y había comprado por primera vez, de su propio bolsillo, ropa para su hija. Nadie había tenido que regalársela.

En muchas comunas, para algunos, ser fletero es un oficio más. Manrique tiene la tasa de desempleo más alta de la ciudad —cerca del 27 % y el desempleo juvenil puede llegar a duplicar esa cifra—. El sistema está mal, hay mucha desigualdad, pero la responsabilidad de que el sistema no funcione bien no la tiene esa persona que tiene más dinero o un celular de alta gama. Tal vez esa persona tiene una pequeña empresa, que hizo mucho esfuerzo para mantener empleo que no necesitaba, solo por sentido social.

Los que sí son responsables son los que nos apartan y hablan de lucha de clases. Los que usan a los más pobres haciéndose pasar por uno de ellos para convencerlos de que solo se valora lo que viene de abajo. ¡Eso sí está mal! ¡Son responsables, los que hablan mal de las empresas y de la riqueza que generan, pero, al mismo tiempo, se meten al gobierno para hacerse ricos! ¿Es válido conseguir plata como político y no generando empleo?

Hay que generar consciencia de que nos separan fronteras invisibles basadas en lo que tenemos. Sería importante hablarnos y contarnos nuestras historias, y tal vez la historia de esa persona que vive con miedo de que le vayan a robar en un semáforo. Hace apenas un par de generaciones fue la misma historia de esa persona que hoy está llena de sueños en una de las comunas más necesitadas de la ciudad, y que en su momento recibió y aprovechó una oportunidad.

Los que hemos tenido privilegios y hemos construido una empresa con esfuerzo entendemos que eso nos genera muchas responsabilidades. ¡Que no nos separe el miedo! A veces podemos encontrar mucho más de lo que podemos dar, cuando salimos de la burbuja en que vivimos